Anabell Pérez Muñoz

Representante en México de la Federación Mundial del Puzzle

En el mundo del arte se suele hablar de los primeros nombres de la pintura, la escultura, la música… Y se hace por su valía, anticipación o potencial en la disciplina. Sin duda, la mexicana Anabell Pérez Muñoz está dentro esa categoría, en el mundo de los puzzles -los rompecabezas, como dicen siempre por allá, siempre más pulcros con ese tesoro idiomático que nos une-. Y lo está por muchas cosas: su tesón y empatía, pero sobre todo por su pasión, afición y simpatía hacia todo lo que tiene que ver con el mundo puzzlero. Nos atiende en un hueco de sus ajetreadas navidades, con su habitual derroche de amabilidad y cercanía. Esto es lo que nos cuenta…

¿Recuerda cuándo armó tu primer rompecabezas? ¿Qué recuerdos tiene de sus primeros puzzles?

Mi primer rompecabezas lo arme cuando tenía sólo seis años. En las Navidades de mi infancia era lo que nos traían los Reyes Magos. Desde entonces hasta ahora he mantenido el gusto por todo el mundo de los puzzles.

No sé si es exagerado afirmar que el día en que conoció la existencia de la Asociación Española del Puzzle, su vida cambió…

Pues ciertamente… Conocí la Asociación en el año 2010 o 2011, por medio de quien es ahora su presidente, Alfonso Álvarez-Ossorio, que me contactó para invitarme a ser la representante en México. La verdad es que, para mí, fue un día muy especial en mi vida. ¡No lo podía creer, me habían llamado desde España! ¡Por mis rompecabezas! Nunca lo olvidaré.

Fue una de las primeras personas que recorrió miles de kilómetros para compartir tu pasión por los puzzles con aficionados de otros países. ¿Cómo recuerda su viaje a España para participar en Reto Salvaje en 2014?

Ese recuerdo es de los más preciados que llevo siempre conmigo. Cada que lo pienso me lleno de emoción. Fue mi primer experiencia a ese nivel, nos trataron tan amablemente que me sentía yo como en casa, y cada persona que conocí ahí es muy especial. Volví con el corazón muy contento por esa convivencia, la verdad. Armar ese puzzles con personas que no conocía previamente y salir de allí siendo amigos, no tiene precio. Siempre digo que lo mejor que me han dejado los rompecabezas son las personas que he conocido a través de ellos. Mi corazón latía a 1000 al ver mi nombre y el de México escrito en las listas. Puedo asegurar que es de los mejores momentos que he vivido en toda mi vida. Tengo pánico a los aviones y no me gusta viajar, pero me dicen España y por alguna extraña razón, se me olvida el miedo (ríe).

Tras su primera visita a España, se decide a organizar el primer encuentro en México, que además fue el primero en Iberoamérica con un rotundo éxito de participación con aficionados de varios países. ¿Cómo vivió ese encuentro?

Tras mi primer visita a España y regresar muy motivada al ver toda la organización y lo maravilloso de estos encuentros, le prometí a Alfonso que, al aterrizar, empezará a preparar ese primer Encuentro en México. Así lo hice, pero sin saber aún cuántas personas asistirían. Yo me dije… si se inscriben seis personas con esa cifra, yo estaré felíz (entonces no había mucha difusión), pero al ver que empezaron a inscribirse de varias partes de la República Mexicana y de otros países, estaba loca de emoción. Fue algo grandioso para mí, ya que mi sueño de llevar este hobby a otro nivel se estaba haciendo realidad.

Remontémonos a 2008. Aparece en http://www.worldslargestpuzzle.com/ contando su experiencia con el que en aquel momento era el puzzle más grande del mundo, “Vida” de 24.000 piezas. A través de ese artículo, comienza a contactar con otros aficionados del mundo y a compartir su pasión. ¿Cómo llega a esa página web y qué supuso para usted ser una de las primeras personas en ver completado ese puzzle?

El rompecabezas Vida, significaba para mí un gran reto, ya que era el primer puzzle de esa magnitud que hacía. Ya tenía algunos de 5.000 piezas y uno de 12.000 de las torres gemelas. Pero, cuando vi a la venta el de 24.000 lo quería para mí, me gustan los retos y esta imágen y sus colores, me encantaban. La página oficial de este rompecabezas me la encontré navegando por internet buscando quién más lo había hecho. Ahí,  invitaban a indicar quiénes había sido los primeros en terminarlo de cada país. Conté que lo tenía terminado, me pidieron algunas pruebas, se las mandé y fue así cómo me incluyeron. Por otra parte, he de decir que fui la primera en México en terminar los siguientes monstruos de manera individual… El 32.000 piezas de Keith Haring; el Vida Salvaje de 33.600 y La Vuelta al Mundo, de 42.000.

Su casa se parece más a un museo de puzzles que a una vivienda, una de las estancias más visitadas es el Hall of Fame (Salón de la Fama), explíquenos cuando se le ocurrió bautizar esa sala que alberga los puzzles más grandes del mundo.

A través de las redes sociales se conoce mucha gente y en los encuentros se hacen muchas amistades, mucha gente quiere ver los grandes rompecabezas y todo mundo quiere una fotografía ahí, es por eso que se me ocurrió ponerle Salón de la Fama. Me vienen a visitar de muchas partes del mundo y yo con gusto les abro las puertas de mi casa para que los admiren y se animen a armar ellos puzzles. Muchas personas salen de ella, dispuestos a ir a comprar alguno, ya que se inspiran en los míos y ese es mi propósito. Quiero que esta afición se extienda hasta el último rincón.

¿Qué puzzle de los que ha montado le ha llevado más tiempo? ¿Cúal le ha parecido más difícil?

Sin duda, el que me costó más trabajo hacer es uno de 5.000 piezas, llamado Lo studio d’arte di Cornelis van der Geest. Estuve a punto de dejarlo a medias y meterlo en su caja, y así estuvo sobre la mesa dos semanas, pero eso para mí significaba una derrota, así que me dije: En este momento lo retomas (sonríe) y, así… poco a poco, lo fui terminando. Fue mi gran triunfo. Hasta la fecha no me ha vuelto a ocurrir algo similar con ninguno.

De su inmensa colección de puzzles, ¿Cuál de ellos tiene más valor para usted?

El que más valor tiene para mí es uno de 1.000 piezas con la imagen de Tutankamón. Ese me lo regaló mi hermana y mi padre, que ya falleció, me lo enmarco. Además, es uno de los más antiguos que tengo, ya que no conservó ninguno de mi niñez.

Desde 2012 representa a México en la Federación Mundial del Puzzle. ¿Qué puede decirnos de la Federación?

Es un honor para mí pertenecer a la Federación, pienso que es grandioso que exista pues representa a todos los amantes de este hobby y a través de ella se ha logrado reunir a tanto aficionado.

¿Qué puzzle de gran tamaño está montando actualmente?

Acabo de terminar en Diciembre el de 42.000 piezas de La Vuelta al Mundo, o World Landmarks. Empezaré en Enero con el de Disney de 40.000 piezas.

En 2018 volvió a España para participar en el montaje, precisamente, del puzzle más grande del Mundo, ese 42.000 piezas de Adrian Chesterman del que habla. ¿Cómo fue la experiencia?

Pues nuevamente increíble. Muchas emociones juntas. Pude volver a saludar a los viejos amigos y conocer gente nueva… que es lo mio. Ver allí a Adrian Chesterman me emocionó demasiado, nunca pensé que lo conocería y lo llevaron de sorpresa. Cuando le comenté que lo iba a armar sola llegando a México, me decía: “La mexicana loca”, ja ja ja

En un momento de su vida, se das cuenta que no tiene más paredes en su casa para colgar tus puzzles, ¿Es cierto que fue ese el principal motivo para cambiar de residencia?

Sí. Definitivamente soy enemiga de hacer un puzzle y guardarlo nuevamente en su caja. Yo los tengo que colgar en alguna pared, porque eso me hace feliz y me motiva a seguir armando. Por ese motivo me cambié, claro que llegará el día en que ya no tenga más espacio y entonces empezaré a ponerlos en el techo (vuelve a sonreír).

Su marido José Luis, es uno de tus grandes apoyos, pero, ¿Su familia también hace puzzles? ¿Cree que alguno de tus hijos o nietos llegará tan lejos como usted ha llegado?

Mi esposo me ayuda y apoya en todos mis proyectos, como los encuentros y todo lo relacionado con los rompecabezas. Pero, definitivamente, no hace puzzles. Y desgraciadamente a ninguno de mis hijos ni nietos les gusta tanto. Sí han llegado a armar uno que otro, pero hasta ahí. Esperemos con los años cambien su pensamiento y se apasionen tanto como yo.

Está inmersa en la preparación del quinto Encuentro en México que se celebra en mayo de 2020. ¿Puede adelantarnos algunos detalles?

Estoy trabajando en la organización de ese Encuentro Internacional y su torneo se llevará a cabo en la Ciudad de México el día 16 de Mayo del 2020. Esperamos contar con varios países como el año pasado y mucho más afluencia. Cada año se inscriben más personas ya que las redes sociales son un medio de comunicación que ayuda bastante. Este evento es muy esperado y ha sido inspiración para otros países latinoamericanos. Estoy muy contenta con los resultados. La afición está creciendo cada día más y gracias a la página de facebook “Rompecabezas México”. Las personas tienen un lugar donde hablar, mostrar sus puzzles y promover estos encuentros.

¿Qué puzzle le gustaría tener en tu colección y aún no ha conseguido?

Definitivamente “El ventanal”. Ese quisiera tener en mi colección. Y por una u otra razón, no lo he podido comprar. 

A la hora de elegir un puzzle, ¿Cuál es su temática preferida?

Nunca busco una imagen en especial, ni marca, ni siquiera calidad. El flechazo se da al verlo en el aparador y si me gusta la imagen, ese es el que compro. En algún tiempo me gustaba comprar imágenes de Egipto, pero tuve que parar, porque ya eran demasiados y los gustos cambian. Además, ahora hay mucho más variedad que antes. 

En los puzzles de gran tamaño, ¿Qué criterios sigue para decidir mezclar o no las bolsas?

Por ahora, nunca he mezclado las bolsas en los rompecabezas grandes. Me gusta disfrutar su armado, me relajo, me divierto: ese es mi propósito. Quizás algún día lo llegué a hacer. Algunas marcas son complicadas ya de fábrica y mezclar las piezas me traería dolor de cabeza (sonríe).

Imagínese que tiene una máquina del tiempo y le ofrecen viajar al futuro. ¿Cómo ve los eventos puzzleros dentro de 50 años?

En 50 años veo los eventos en gran magnitud. Veo a los aficionados de cada continente unidos en alguna parte del mundo. Este hobby cada día tiene más difusión y eso es grandioso. De hecho, ya hay muchos medios que nos unen y  rompen las fronteras, el idioma es lo de menos, la pasión nos une.

Si tuviese que convencer a alguien en un minuto por qué tendría que hacer puzzles, ¿qué le diría?

Hay muchas razones, pero la principal sería… Por salud mental


Chema Sanchez del Monte.

Periodista y director de musicandrock.com, erroresenprensa.com y chistestuiteros.com