Anabel Medina: «He hecho locuras por amor a los puzzles»

Capitana Equipo Español Copa Federación de Tenis

Por Chema Sánchez del Monte

Anabel Medina es una de las mejores tenistas españolas de todos los tiempos, pero además es una embajadora de los puzzles allá donde va. De hecho, desde que ya siendo adulta se interesó por los rompecabezas de muchas piezas, no ha parado de armarlos. Ella dice que es una fórmula estupenda para concentrarse, para desarrollar la visión periférica… ¡Y no le falta razón!En la actualidad la podemos seguir en Eurosport y Teledeporte como comentarista de las grandes citas de la pelota amarilla, pero también es capitana de la Selección absoluta. Si bien, en mitad de tanto ajetreo y cuando se lo permiten sus múltiples viajes profesionales, se distrae delante de una mesa y un buen puzzle. Algo que, por ejemplo, hizo durante el primer confinamiento por la pandemia de la COVID-19, cuando completó el 42.000 piezas de Educa Monumentos del Mundo.

¿En qué momento vital se encuentra Anabel Medina?

En un momento de estabilidad muy bueno. Me retiré hace tres años y, desde entonces, no he dejado de trabajar. La capitanía de la Selección absoluta está siendo una experiencia estupenda; este año 2020 íbamos a pelear por ser campeonas del mundo, pero la situación no nos permitió competir. Además, hago seguimiento de las categorías inferiores y resulta muy satisfactorio ver cómo las jóvenes crecen y el futuro del tenis español femenino se va perfilando. De igual forma, comento para Eurosport y Teledeporte los Grand Slams y el Mutua Madrid Open y es un mundo que a mí me divierte mucho, es una faceta totalmente diferente dentro del mundo en el que me he movido siempre.

Tanto en la práctica, como en su faceta como entrenadora ha cosechado numerosos éxitos, pero ¿está cambiando mucho el mundo del tenis?

Lleva cambiando desde hace ya unos años. Como deporte, ha evolucionado a un juego más agresivo, las jugadoras cada vez están más fuertes físicamente y la exigencia es mayor. Respecto al ranking, ahora es más común ver a jugadoras que están muy arriba sufrir en las primeras ronda e incluso perder; eso demuestra que el nivel está muy igualado y que cualquiera puede perder en primera ronda. El que haya jugadoras diferentes, jóvenes, ganando torneos importantes hace al aficionado ver la posibilidad de que haya relevo y caras nuevas en lo más alto.

¿Desde cuándo hace puzzles? ¿Ha sido una afición que le ha acompañado desde niña, o fue un descubrimiento más tardío?

Fue un descubrimiento más tardío. Recuerdo que fue por casualidad. Iba paseando por la sección de juguetes de un centro comercial y los vi. Me generaron mucha curiosidad y, a partir de ahí, empecé a hacer puzzles siempre que podía.

¿Cuál es el primer puzzle que recuerda hacer?

Fue un mapamundi de 4000 piezas: yo soy así, ¡no me gusta empezar poco a poco! Pensaba que iba a ser muy sencillo, pero ¡cuando empecé a hacerlo, me di cuenta que las zonas de tierra y agua eran muy difíciles de completar!

¿Tiene una colección de puzzles? ¿Es amplia?

No tengo una colección muy amplia, pero me siento orgullosa de ella (sonríe). Por mi estilo de vida, al haber empezado tarde y siendo una persona a la que le gustan los puzzles de muchas piezas… cada puzzle que hago, me lleva mucho tiempo. Por ejemplo, llevaba un año y medio haciendo el de 42.000 piezas porque no le podía dedicar tiempo al viajar tanto. En el confinamiento terminé la otra mitad que me faltaba.

¿Nos puede destacar algunos puzzles de esa colección?

Claro: Mapamundi, de 4.000 piezas; Broadway de los años 90, de 9.000 piezas; Una estantería de Ravensburger, de 18.000 piezas; y Monumentos del mundo, de 42.000 piezas.

¿Y dónde los conserva?

Como vivo a caballo entre Valencia y Mallorca, los tengo repartidos entre las dos ciudades. Ahora mismo, en Valencia estoy haciendo una luna de 2.000 piezas, es circular y bastante difícil, porque no tiene nada de colores, pero soy muy fan de la luna y quería tenerlo. En Mallorca tengo la Orquesta de Disney de 13.200 piezas.

¿Qué temática suele elegir o varía un poco dependiendo del momento?

Me gustan los de dibujos, los que no son realistas ni fotos. Que tengan muchos colores. Lo que me hace disfrutar de los puzzles es ver que vas poniendo piezas, que vas rellenando huecos, que vas consiguiendo el objetivo. Los puzzles coloridos son más sencillos, pero sobre todo me atrae que tengan muchas piezas.

¿Cuál es el puzzle más raro que tiene, o a cuál tiene más cariño?

El más raro fue uno que compré en Barcelona… Fui de visita a la Sagrada Familia y, entre los souvenirs, había un puzzle que venía en una probeta y tenía las piezas diminutas. El dibujo era la Sagrada Familia, y constaba de 50 piezas, pero, como digo, minúsculas.

¿Y con qué clase de puzzles no puede, o ha tirado la toalla?

Un amigo me puso un reto con un puzzle de 1.000 piezas. Y tengo que decir que me ganó. Era una manada de cebras, todo el puzzle era el dibujo de la manada. Lo intenté con fuerza, pero tengo que decir que pudo conmigo. Como comentaba antes, el no ver que avanzo me penaliza mucho, no consigo sumar y eso me hace perder un poco la motivación.

Hay quien hace locuras por amor, pero en el mundo puzzlero también hay quien hace locuras por los puzzles, ¿ha sido el caso alguna vez por parte de Anabel Medina?

¡He hecho locuras por amor a los puzzles! Recuerdo que tuve que hacer una mudanza desde Madrid a Valencia y tenía que bajar el puzzle de la estantería que comentaba anteriormente. Tuve que hacer otro puzzle para poder meterlo en el coche y encajar las maderas con todo el equipaje que llevaba. Creo que mi locura es, sin haber tenido mucha experiencia, meterme a hacer puzzles de muchas piezas, me gustan los retos grandes y ahí lo tenía claro. En ocasiones, armar un rompecabezas me quita el apetito, puedo pasar horas y olvidarme de comer por avanzar y acabar. ¡Hay momentos en los que sólo paro cuando empiezo a marearme de estar todo el tiempo mirando para abajo!

Está demostrado que los puzzles mejoran la concentración. Por este motivo, ¿Cree que podrían servir como complemento al entrenamiento de un tenista para mejorar su rendimiento?

Sin ninguna duda, los puzzles son buenos en la vida como en el deporte, más en un momento en el que las redes sociales han hecho que mucha gente, sobre todo los adolescentes, tengan problemas de concentración. Yo misma me pongo de ejemplo: la gente que me conoce sabe perfectamente que estoy haciendo puzzle cuando ven que llevo tiempo sin conectarme a whatsapp. La concentración es fundamental para el desarrollo profesional y los puzzles te ayudan. Además, también contribuyen a trabajar la visión periférica y la memoria.

Aunque hay quien ama los rompecabezas, también quien los odia… ¿Ha sugerido esta práctica -la de los puzzles- a alguno de los tenistas a los que ha entrenado?

¡A todos! Soy una brasas, me parece súper divertido y cuando lo he recomendado y los han probado, mucha gente me ha dicho que es adictivo.

¿Siempre hace los puzzles sola o tiene cerca a algún otro aficionado que le ayude?

Esta situación que me comentas nos genera muchas risas con mi novio. Él dice que secuestro a la gente, que los recluto (sonríe). Siempre que viene gente a casa les invito a probar, a que trasteen por el puzzle y que se dejen llevar a ver qué sensaciones tienen. He tenido amigas que han venido a pasar unos días a Valencia y, ¡se han quedado dos jornadas más porque se han enganchado! Creo que hacerlo en equipo es muy divertido, pero he tenido mis momentos de soledad que también los disfruto mucho. Yo siempre les digo que pongan piezas, y que luego los incluiré en los créditos (vuelve a sonreír).

Los puzzleros somos muy maniáticos, ¿Anabel Medina tiene alguna manía o disciplina autoimpuesta a la hora de afrontar un puzzle?

Más que manías, rutinas. Lo que más pereza me da es darle la vuelta a las piezas y separarlas, pero creo que es fundamental. Suelo empezar por los bordes y las letras y separando el cielo. Dejo para el final las piezas del mismo color y que no tienen dibujo, las separo porque ocupan mucho espacio y realmente no tienes nada de referencia. Admiro a la gente que empieza por un rincón y no se sale de ahí. Yo cojo una referencia, edificio, animal, u otra figura y voy haciendo. Pero, cuando veo que no avanzo… ¡a otro sitio! Cada uno tiene sus rutinas. Soy un poco meticulosa con las piezas, para mí son importantes la forma y el tamaño. Cuando son todas iguales lo que hago es separarlas por formas y colores y, si veo que no avanzo, hago la táctica de prueba error hasta que encuentro la que encaja.

Acaba de finalizar el 42.000 de Educa, ¿cómo fue ese montaje?

Sí… bueno, ¡he hecho 41.999! Se me coló una pieza en una sudadera y la metí a lavar, la tengo, pero no está en condiciones de encajar. Ha sido la mayor satisfacción. Me ha parecido divertidísimo y, además, el puzzle creo que no puede representar mejor mi vida. Es un skyline de los monumentos más importantes del mundo. Por mi profesión he tenido que viajar muchísimo y muchos de esos monumentos los he visto y visitado así que me pareció una buena manera de plasmar mi vida en puzzle. Ahora bien… No tengo una pared de siete metros para colgarlo.

¿Es ese el puzzle más grande montado por usted?

Eso es, porque en su momento era el más grande. Me pareció un reto muy bonito y el puzzle es una pasada.

Por cierto, ¿mezcla las bolsas? Esta práctica para los puristas puzzleros es casi tan importante como para un tenista tener un Master.

Te soy sincera y te digo que no, pero no porque no quiera, sino por un tema de espacio. A día de hoy monto los puzzles en el salón y con 7.000 piezas ocupa mucho espacio porque tiene que tener una zona donde montar y otra donde tener las piezas a la vista, separadas y boca arriba. Matemáticamente, es imposible esparcir 42.000 piezas por el salón y poder convivir con nadie, ni siquiera caminar por la casa. Siempre lo digo, si me cambio de casa algún día… será a una casa con dos alturas, una será la vivienda y los mismos metros en el piso de arriba, un espacio diáfano, sin muebles, solo para montar puzzles.

¿Cuál de todos los puzzles que ha armado ha sido el más difícil para usted?

La luna está siendo complicada, no hay mucha referencia, además en la caja no venía ningún póster ni nada… El que no tenga nada de color lo hace más complicado todo.

Es una gran aficionada a los puzzles, pero ¿hasta el nivel de que cuando ha viajado a otros países se haya interesado por adquirir allí puzzles o conocer tiendas especializadas?

¡A tanto no! Como me gustan los grandes nunca he viajado con ellos. Pero volver de viaje y que mis amigos se enterasen a los tres días, sí. Me encierro y no quiero saber nada hasta que no me quito el mono. He recibido críticas por ello (se ríe con ganas).

Anabel, ¿En el confinamiento tenía reserva de puzzles, o adquirió alguno?

Por suerte tenía 20.000 piezas del de Educa, entonces no necesité reservas. Pude terminarlo y ¡fue una gran satisfacción!

¿Ha probado puzzles diferentes a los de cartón, los clásicos? Esto es, puzzles de madera, de plástico, 3D…

¡La verdad que no! Bueno, Jesús Casellas me hizo llegar a través de un amigo uno de madera con piezas súper raras, pero nunca he hecho diferentes. ¡Es que el hecho de que sean pocas piezas me frena mucho!

AEPUZZ es la Asociación Española del Puzzle, ¿sabía que había asociacionismo en torno al puzzle? ¿Le gustaría ser socia de honor?

¡Wooooow, sería todo un honor! Con el paso del tiempo he ido informándome y sé que el mundo del puzzle es muy amplio y que hay mucha, mucha gente, más de la que se imaginan muchos y que les encantan los puzzles.

¿Anabel Medina ha participado alguna vez en algún campeonato de puzzles, precisamente organizados por AEPUZZ? ¿Conocía su existencia? ¿Le gustaría participar en alguno?

Sé que hay campeonatos de España y alguna vez lo he comentado con algún amigo. Me he planteado participar, pero siempre ha coincidido con que estaba de viaje, y no ha podido ser. Pero sí que me gustaría participar, aunque no se si daría la talla. Sé que el nivel es altísimo.

Dichos campeonatos miden la destreza, pero sobre todo la velocidad de los contrincantes, que se suelen enfrentar a puzzles de 500 piezas y gana quien menos tiempo tarda… ¿es veloz Anabel Medina montando sus puzzles?

Pues no sabría decirte, la verdad. Nunca he hecho pruebas de esas características. Sé que es por tiempo, pero creo que estoy lejos de estar a un nivel aceptable (vuelve a sonreír). Me han chivado que la gente se sabe los puzzles de memoria, dónde va cada pieza e incluso que tiene tanto control que podrían hacerlo hasta sin mirar el dibujo…

Estos campeonatos se celebran, como el tenis, en individual pero también en pareja. En esas disciplinas, y en ese ámbito, el de los puzzles, ¿dónde cree que se encontraría más a gusto?

¡Sin duda por equipos! Es más divertido y compartes la responsabilidad, pero trabajas en equipo y te apoyas con tu compañero.

¿Qué puzzle se le resiste, porque no ha conseguido hacerse con él o porque lo tiene, pero no termina de completarlo?

Otro de los que pudo conmigo fue el Guernica de Picasso. El color negro me penalizó mucho.

De manera que terminamos la conversación con Anabel Medina, que demuestra ser una auténtica apasionada de los puzzles y que, confiamos en convertir en presidenta de honor de Aepuzz, siempre y cuando puedan volver los campeonatos puzzleros y los viajes se lo permitan.


Chema Sanchez del Monte.