Fernando Álvarez-Ossorio, Coleccionista y Campeón de Europa

Por Chema Sánchez Del Monte

La primera vez que mi mujer y yo decidimos bajar a comprar comida -tenemos un supermercado en el piso de abajo- en nuestra nueva casa, hace ya diez años, nos dejamos las llaves dentro. De manera que llamamos a la primera cerrajería que nos vino a la cabeza. A nuestro rescate acudió un hombre a una barba pegado. Un tipo que resultó ser agradable y efectivo. Nos dimos la vuelta y, al instante, la puerta estaba abierta. 

El destino nos había deparado el primer encuentro de muchos con Fernando Álvarez-Ossorio, alias el “Ruso”. Aunque, por aclararlo, el resto serían todos en el mundo puzzlero. 

Hoy toca hablar, sin las prisas del día a día, con un histórico de los puzzles (con dos zetas) en nuestro país, uno de los artífices de el boom del rompecabezas en España en la última década, una figura reconocida y respetada dentro y fuera de nuestras fronteras.

  • ¿De dónde viene su apodo “El Ruso”?

Viene del foro puzzleando. Había que buscar un nick y yo busqué la traducción de puzzle a ruso, y estaba escrito en cirílico. Cada uno me llamaba de una manera, robocop, entre otras cosas. Al leerlo en castellano, no se aclaraban y lo simplificaron. Y de ahí que finalmente, me quedara con lo de “ruso”

  • Sus apellidos son de saga de artistas. El paterno está relacionado con gente ilustre, como el arquitecto de la Plaza de España de Sevilla, pero en su rama materna también hay personas sobresalientes. Cuéntenos algo de sus antepasados…

Por un lado, mi abuelo paterno era notario de la zona de Écija y Sevilla y tenían posibles. Era aficionado a hacer puzzles. Por la otra rama estaba la familia ilustre de Pedro Osorio I, que era marqués de Astorga, y aquello ha llegado hasta los Álvarez-Ossorio. Entre mis familiares también se halla Torcuato Luca de Tena y Álvarez-Ossorio, fundador del ABC, o el arquitecto de la Plaza de España Aníbal González Álvarez-Ossorio, primos carnales entre sí y primos segundos de mi bisabuelo. O pintores famosos… Como aquel que hizo el cartel de la feria de Sevilla de 1954. Sí es cierto que ha habido antepasados ilustres por la rama paterna. Las hermanas Soria (Son de Sol), son primas carnales por la parte materna, nos representaron en Eurovisión en 2005… En fin, gente sobresaliente, sí.

  • El rompecabezas de madera más antiguo de su colección data de 1780, unos años más tarde de que Spilsbury hiciera la primera disección de un mapa e inventara sin imaginarlo este pasatiempo que practican millones de personas en el mundo. ¿Cómo ha conseguido piezas tan únicas y de tantas épocas?

Buscando mucho. La afición de los puzzles viene de parte de familia, de mis padres. Pero no hace mucho tiempo, unos quince años, me hice con el primer puzzle de madera comprado. Desde que tengo uso de razón, había puzzles en casa de mi abuelo o en la de mi tío… Eran de madera y quedaron como en el olvido. A raíz de empezar con los foros volvimos a introducirnos en la materia y comencé a buscar piezas que se salieran de lo normal. A mí, en particular, me gustan más los puzzles de madera. Y, respondiendo a tu pregunta, participo en subastas internacionales, en internet o en compras personales. He tenido que buscar mucho para encontrar cosas con sentido.

  • Sus exposiciones históricas de puzzles causan sensación. ¿Cómo está el proyecto de hacer una permanente?

La verdad es que es una ilusión que tengo, pero también es un proyecto que me crea muchos quebraderos de cabeza. Tengo ofertas de diferentes puntos de España, de gente que a través de sus ayuntamientos consiguen que pueda exponer o dejar una exposición permanente. Pero no le veo todo el entorno como actividad que quiero que tenga una exposición global sobre el puzzle. Al final, tú expones pero la gente no entiende qué estás exponiendo, sólo se fijan en la imagen. Quiero interactuar con el puzzle, explicar el proceso, detallar cómo se hacían en cada época, qué personaje tuvo una relación con cada uno, que le llevó a hacer qué… Eso requiere recursos y elementos de apoyo, lo que conlleva personal especializado para ponerlo en marcha. Eso es lo que más me quita el sueño. Más allá de que haya una zona de ocio, montaje o elementos alrededor de la exposición.

  • ¿Cuántos puzzles tiene?

Si hablamos de puzzles de madera de más de cien años, actualmente entre 400 y 500 puzzles. Mientras que, en los de corte moderno, en cartón, cerca de 3.000.

  • Háblenos de tu casa-museo y del local donde guarda miles de puzzles de cartón. 

Mi mujer tiene muchísima paciencia y en el fondo tiene cierta cercanía con los puzzles. Le gusta, pero el hecho de que participe en un montaje de puzzles familiar, hace que ellos pongan pocas piezas y me echen de la mesa. Ellos montan algún puzzle cuando no estoy. En lo que es la adquisición, la búsqueda… mi mujer sabe que compro, y lo deja pasar. No me pone ningún pero. Tengo puzzles por todas partes, en mis pueblos, en mi casa… La mayor cantidad está en un almacén, son de cartón, y tengo también bibliografía sobre juguetes y puzzles. Para ver en distintos idiomas cómo evoluciona este juguete en sí.

  • Imagine que viene un mecenas millonario apasionado de los puzzles y le ofrece comprar toda su colección a un precio irresistible. ¿Qué le diría?

Que no están en venta. Nunca he considerado que sean una inversión. Jamás. Hace pocos días he tenido una amiga que me pedía un puzzle para su familia y quería comprarme uno. Me ha sido imposible. No me planteo en ningún momento la venta. Mis hijos en un futuro no sé qué harán. Es un gasto importante que ha habido ahí, pero no es una inversión, para nada.

  • Casi nada… ¿Cuál es el puzzle más grande que ha montado en solitario? ¿mezcló las bolsas?

El más grande es de 42.000 piezas, el de La Vuelta al Mundo. No he mezclado las bolsas, haciendo más o menos una bolsa por semana, durante siete semanas. Luego he participado en otros mayores también. El más grande en el que mezclado bolsas ha sido el de Las Hilanderas de 10.000 piezas. A mi entender, mezclar piezas o no mezclarlas conlleva más o menos tiempo de ejecución, pero lleva un momento en el no aumenta la dificultad ni el entretenimiento.

  • ¿Qué puzzle catalogaría como el más difícil del mundo?

Los hay de diferentes tipos.

El más difícil del mundo es aquel que no puedes montar correctamente porque está mal hecho. Por ejemplo, estos que compras de dos o tres mil piezas con el troquel similar, que tienen una calidad pésima… No lo vas a poder montar bien. Nadie va a conseguir que todas las piezas cuadren adecuadamente. O esos que te hacen en establecimientos de fotografía, etcétera…

Luego están los que se catalogan de imposibles, como el 500 piezas de las rosas… Me parece más complejo el Yanoman, japonés de 1.000 piezas, que es blanco totalmente. Has de ir con la lupa para ver la pequeña variación. Es un puzzle que sólo te reporta el aliciente de hacer el más difícil del mundo.

Y luego hay otra versión, como por ejemplo doble cara de los dálmatas, o el Spin Book de 1965, de Pollock… Para mí, estos en concreto no eran los más difíciles.

  • Junto a su hermano fue pionero en organizar encuentros entre aficionados para montar en grupo rompecabezas de gran tamaño. El primero que se celebró fue en 2008 y reunisteis a 5 personas para montar un 4.000 durante un fin de semana. ¿Qué recuerda de aquella primera experiencia con otras personas fuera del entorno familiar?

La realidad es que aquello fue cosa de mi hermano Alfonso, que se metió en un foro, y me invitó a ir. Me pareció una idea descabellada. Pero me acerqué… Conocía un albergue para realizar actividades de tiempo libre, hice de interlocutor para que nos dejaran ese espacio y fue como aquello surgió. Había cinco personas desconocidas con poca experiencia en el montaje de puzzles. Es cierto que se sorprendieron que cómo organizábamos nosotros las piezas y montábamos los puzzles, porque era novedoso para ellos, porque aquellas personas no habían competido en sentido real. Nosotros competíamos cada día, dentro de snuestra familia, y nos pegábamos por montar cada pieza…

  • Su primera participación en un concurso de puzzles se remonta a octubre de 2008 en Miranda de Ebro donde logró el segundo puesto por detrás de Julia Berné y Mayra García, las número 1 de aquella época. ¿Qué recuerda de aquel día? ¿Cómo se enteró de que había competiciones de puzzles?

Participé con Mónica, que es otra aficionada de Valladolid, quien nos plantea a mi hermano y a mí que había concursos… No entendíamos el procedimiento, y no teníamos experiencia de participar en montajes en parejas. Posteriormente, cuando he participado con Alfonso, ganamos concursos y en el Campeonato de España siempre hemos estado entre los tres primeros cuando nos hemos presentado. Pero, es cierto que las nuevas generaciones tienen una capacidad de aprendizaje que nosotros no tuvimos. Nunca competimos pensando que de ahí saldrían campeonatos.

  • ¿Cuál es su momento más preciado como concursante de velocidad?

Fue el primer Campeonato de España. Hace diez años que celebramos el primero. Lo es, sobre todo, porque resultó muy difícil organizarlo. No teníamos capacidad para contratar el hotel, porque éramos una asociación de un grupo de amigos que sólo buscaba montar un Campeonato de España. Me presenté a competir con Alfonso, y salvo Jesús Casellas que sabía el puzzle en cuestión… Nadie teníamos claro que saldría de allí. Había muchas personas con capacidades y velocidad, pero ganamos. Fue un momento muy especial, porque yo no pensaba que pudiéramos ganar a las 80 y pico parejas que acudieron. Ganamos por apenas 3 o 4 segundos.

  • ¿Y el momento más aciago en algún certamen?

El más aciago ha sido una semana antes de ir Daimiel para montar el puzzle de 32.000, a través del foro Puzzleando. Una semana antes de empezar -íbamos a batir el récord del puzzle de más tamaño- hubo una escisión del propio foro, porque se filtra en internet la imagen del puzzle ya montado. Se habían organizado, lo habían montado y habían tratado de desprestigiar aquel reto. Era como una guerra civil dentro del foro. Me llevaba bien con todos, con las dos partes, y no entendía por qué se estaba produciendo ese enfrentamiento. Fue la consecuencia de que aquello se disolviera. Y hay una no reconciliación con ese grupo de puzzleros. La verdad es que fue triste.

  • Muchas de las cosas que hoy vemos en campeonatos de puzzles de todo el mundo te las debemos a usted, como el uso de vinilos en las competiciones y la forma en la que se organizan a los participantes, ¿qué otros aspectos cree que todavía se pueden mejorar y que no se han hecho aún por falta de recursos?

Lo primero que pienso es que el espacio tiene que estar totalmente delimitado. Cuando uno participa necesita hacerlo de forma aislada. Es cierto que los aficionados -nosotros mismos, no el público en general- necesitamos que ese espacio esté claro. Por ejemplo, cuando se juega al ajedrez a nadie se le ocurre taponar la visión de los jugadores. Tendremos que hacer como en las mesas de poker, que nadie se acerque y no estorbe. Los propios participantes deben tener un espacio más amplio para disponer las piezas. Está entre las cuestiones que son a la larga necesarias. Y luego la iluminación es importantísima. Todo el mundo ha de tener la misma iluminación esté donde esté participando. Por ejemplo, la Cúpula del Milenio sí da esta oportunidad, pero en otros campeonatos la iluminación sí condiciona si no es homogénea.

  • Sus  ocho participaciones en las 24 Horas de Hannut le convierten en uno de los españoles con más experiencia en este certamen, ¿cómo vivió la victoria de 2012 con tan solo seis personas en aquel equipo mítico?

Fue totalmente inesperada. Habíamos ido otros dos años antes y, es cierto que era, en el que íbamos más preparados. Habíamos fichado a Ángel Heras y a Fernando Iglesias, que habían sido campeones de España. Jesús, Alfonso, Juan Carlos, Mónica y yo no nos habíamos preparado mucho en los puzzles, pero sí habíamos montado ejemplos de otros años para generar habilidad. De hecho, no íbamos ganando hasta el penúltimo puzzle. Íbamos casi a la par, pero la realidad es que fuimos adelantando a los franceses y los rusos nos sacaban como 600 fichas de ventaja. Era casi imposible para el común de los mortales, pero ese último puzzle que nos tocó en suerte requería mucha habilidad. Nos pusimos mano a mano mi hermano y yo, con una parte blanca que tenía muy escasa diferencia de nitidez… Y ahí estuvo la clave. Además, a los rusos se les echó atrás porque había partes incorrectas. Ahí es donde sacamos la ventaja suficiente para ganar.

  • ¿No siente deseos de volver a la arena competitiva?

No tengo muchas ganas. He rechazado ofrecimientos pese a que me lo han hecho candidatos importantes. No se trata de participar con el mejor y ganar. Tengo que estar en una disposición mental que ahora mismo no tengo. 

  • Ha aportado muchísimos consejos en el armado de velocidad en retransmisiones. Si tuviese que reducirlos todos a uno, ¿qué le diría a un novato en competición?

El 90 por ciento de lo que se consigue es práctica. Y la práctica se consigue haciendo puzzles. Cuando es individual menos, pero cuando es en pareja nunca hay que buscar el mismo grupo de piezas por parte de los dos compañeros, porque, de esa forma, uno pisa al otro. El que más corre hace que el otro no gane tiempo. Que el menos ducho haga la parte más fácil y viceversa.

  • ¿Cuál es su manía puzzlera más inconfesable? 

Cuando compito siempre me canto para mis adentros una música que me invita a agilizar el proceso. En competición me acelero y de esta manera me marco ese ritmo. Para que el ritmo no pare. Pero me da igual empezar por los bordes, por el cielo, los colores, figuras… no tengo ninguna manía a la hora de empezar un puzzle.

  • ¿Qué consejo le daría al presidente de AEPUZZ, que es su hermano en la actualidad, y a toda la Junta por extensión?

Le diría a todo el que se presente, pero sobre todo a quien forme parte de Aepuzz que sea muy comprensivo, porque somos muchos y no somos ni sirvientes ni cobramos por ello. Las exigencias a la hora de que te organicen, preparen o hagan algo son bastantes complejas. Somos aficionados a los que les gusta participar, pero poco organizarlo. Hay que ser comprensivo cuando se está en la otra parte. Son muchas horas, mucho trabajo, y termina repercutiendo en las amistades.

  • ¿Puzzle o puzle?

Evidentemente con dos zetas. No hay discusión. No entiendo la pelotera de la RAE en que gramaticalmente se empeñe en esto… Por esa misma razón no entendería la h en hotel o en hormiga. Es un debate que no tiene ningún sentido, como si discutiéramos ahora la v o la b. No se puede comprar un puzzle con una sola z.  Modificamos una realidad existente.

  • Su furgoneta es un miembro más de la organización de actividades en el ámbito puzzlero. Cuántas cosas habrá vivido…

No es la primera que tengo. Me ha pasado en toda mi vida así… Es decir, cuando estaba en los scouts, cuando estaba en asociaciones juveniles, siempre he sido el encargado de las infraestructuras. En los scouts era el responsable del grupo de apoyo, en el trabajo, el jefe de mantenimiento. El tener los recursos y la capacidad de montar infraestructuras y la experiencia para organizarlo, me ha llevado a vivir de todo. Desde llevar más de 200 tablillas cortadas para el campeonato de Cercedilla… a otras cosas.

  • Aparte de los puzzles, ¿hay alguna otra afición que le apasione?

Sí, claro. Soy muy aficionado a los libros antiguos en el sentido de búsqueda. Y me encantan las herramientas. No sé si tengo más herramientas que puzzles. En herramientas antiguas puedo tener casi tantas de antiguas y modernas como en el ámbito de los puzzles. Cerraduras antiguas… Me apasiona la cerrajería antigua.

  • No me diga que se dedica a algo que haría incluso pagando, como dicen algunos deportistas…

En el ámbito de la cerrajería haría cosas gratis incluso debido al interés que me producen. Por ejemplo la apertura de ciertas piezas que me han solicitado desde el Museo de Valladolid. Bienes del siglo XIV o XV… Eso me produce una satisfacción enorme. Me compensa ese hecho con el otro. O una pieza de cerrajería en un anticuario del que me llaman de vez en cuando y que es confianza. Me llevo la pieza, la arreglo, sólo a cambio de tenerla y manipularla durante una semana en mi casa. 

  • En cierta manera la cerrajería es como los puzzles…

Eso es. No deja de ser otro rompecabezas todo lo referido a la cerrajería. Dado que incorporan piezas pequeñas para que algo funcione correctamente…. Y requieren de mucha constancia y confianza. 

  • ¿Qué le diría a una persona que va a montar su primer puzzle?

Que no coja uno grande, que coja uno pequeño. Es importante que sea algo que te produzca placer. O que te aporte una sensación agradable. Es como aquel al que le gusta correr. Si de inicio haces un maratón, estás perdido. No puedes hacer de inicio un puzzle de 5.000 piezas. Empieza por uno pequeño y luego vas pasando a uno más grande.

  • Procede de una familia muy numerosa; sus abuelos, tíos, hermanos… fueron y son grandes aficionados. ¿Continúa la afición puzzlera en las nuevas generaciones de los Álvarez-Ossorio?

Mis hijos no son puzzleros. No se les da mal, pero son más deportistas que puzzleros. Les gusta salir a la calle, hacer deporte, saltar, pegar brincos…

  • Imagine que viaja al futuro en una Máquina del Tiempo, cien años vista. ¿Qué ve en los puzzles?

Estamos en un boom de los puzzles, pero en 1908-1909 se generó otro similar, y los puzzles acaparaban la alta sociedad española en pequeños encuentros. Era como una cosa social. Sin embargo, en los 40, dejó de ser así. En los años 70, cuando nacen Educa y Ravensburger se volvieron a poner de moda. Había un concurso a través de Galerías Preciados, y también en Cataluña y en Canarias. En los años 80 volvieron a desaparecer. Son como oleadas. Las nuevas tecnologías, los foros -como el ruso- aportan, aunque en España estén obsoletos o decaídos. Posiblemente en cinco o seis años haya una novedad que haga olvidar otras, o volvamos al puzzle de madera, como en Estados Unidos se está volviendo a potenciar. En el futuro seguirán las cosas más o menos, grandes marcas continuarán con los puzzles de cartón y otras desaparecerán. Con pequeñas variaciones para atraer al público.

  • Nos adentramos ya en lo personal. No conteste si no lo cree oportuno: ¿Cuándo se afeitó por última vez? ¿Apostaría su barba si algún español vuelve a ganar en alguna categoría en el próximo Mundial?

¿Afeitarme la barba rasurada al cero por última vez? Fue en el año 1991, y antes desde los 15. Esto es, desde el 1982 hasta el 1991 dejé que creciera. Posteriormente, nunca me la he quitado entera. Estoy convencido de que si me tengo que afeitar la barba porque gane un español el Campeonato del Mundo, lo haría, pero estoy convencido de que el próximo campeonato la lucha va a ser encarnizada. Los rusos salieron muy dañados porque tenían un planteamiento diferente al que obtuvieron. No contaban con que los checoslovacos, los polacos y los españoles tuvieran esa respuesta. En igualdad de condiciones, con puzzles desconocidos, en España hay gente más preparada que en otros países. El nivel está en el top 3, pero también es cierto que los rusos son muy constantes y se preparan mucho. Es importante que todos los puzzles sean novedosos y desconocidos.

  • Mire atrás en el tiempo. ¿Cómo ve los últimos siete años, desde la fundación de AEPUZZ en noviembre de 2012?

Pienso que, pese a que tenemos bastantes miembros, en la asociación no estamos todos tan comprometidos. Muy poca gente se compromete a dar su tiempo por el resto. Al final, los siete años son el grupo de personas, siempre éramos los mismos en distintos puestos, y eso al final la gente se va quemando y hay un desapego. Hemos hecho muchas cosas y muy divertidas, se echan de menos los primeros encuentros donde era una actividad mucho más especial. Tantos concursos y actividades ahora, no me animan tanto como entonces.

  • Acabamos: Si tuviese que llevarse un puzzle a una isla desierta, ¿cuál sería?

Uno entretenido, que me llevara mucho tiempo hacer. Depende del tiempo que fuera a estar en la isla. Por lo menos uno de 40.000 piezas.


Chema Sanchez del Monte.

Periodista y director de musicandrock.com, erroresenprensa.com y chistestuiteros.com