Pasado, presente y futuro de Educa-Borrás

Entrevista a Jorge Arceo, Director Comercial Educa-Borrás

Por Alejandro Darias Mateos. Fotos: Sònia Oliveras i Artau

La tarde se había tornado tormentosa, la antesala de tres días de incesantes precipitaciones en Cataluña debidas a una gota fría procedente del Norte. Días típicos en los que solamente apetece quedarse en casa armando un puzzle al calor de la calefacción y escuchando la música de la lluvia repiqueteando sobre los cristales. Sin embargo, Sònia Oliveras, socia de AEPUZZ residente en Hostalric (tenéis un artículo suyo más adelante sobre las impresoras 3D y las piezas perdidas) y yo, Alex Darias, entrevistador, estábamos citados el Martes 23 de Noviembre de 2021 a las 17:00 horas en las instalaciones de Educa Borrás en Sant Quirze del Vallès, población limítrofe con Sabadell a 20 km del Noroeste de Barcelona. ¡Una entrevista al Director Comercial de Educa! Como apasionado a ultranza de esta marca de puzzles, iba a cumplir uno de los sueños que marcan una vida. Sònia y yo nos presentamos media hora antes de la cita convenida porque literalmente era imposible estar en la calle chapoteando entre charcos y haciendo tiempo, y la recepción de Educa Borrás era un recinto de luz que convertía en familiar un trocito del polígono industrial. Aún mejor fue cuando se nos condujo a la gran sala de reuniones, presidida por una pared llena de cajas de puzzles expuestas como en un museo, con el 42.000 La Vuelta al Mundo y el 33.600 Vida Salvaje flanqueándolo todo. Nuestro enorme agradecimiento al Director Comercial Jorge Arceo por habernos regalado gran parte de su tiempo y esperamos que esta entrevista refleje la grandísima jornada que vivimos Sònia y yo dentro de las instalaciones de Educa Borrás. Mientras repasaba la enorme lista de preguntas, Jorge se presentó así:

Jorge Arceo, Director Comercial Educa Borrás
Julio Arceo, Director Comercial Educa-Borrás

Seguro que en el mundo de los puzzles vosotros (refiriéndose a AEPUZZ) sabéis más que nosotros. ¿Por qué? Porque sois gente aficionada y eso lógicamente le da a una persona mucho conocimiento y una dedicación especial. En Educa Borrás nosotros vivimos de lo que hacemos como empresa, como empleados. Hay gente que es más o menos aficionada al puzzle, hay gente que es más o menos aficionada al juguete, como concepto general, ya que somos una empresa de muchas categorías diferentes. Depende de la inclinación que tengamos cada uno hacia ciertas categorías de producto, pues tendremos más o menos conocimiento. En mi caso en particular, soy un apasionado del mundo del juguete como profesional del sector. Sé prácticamente todo lo que hay en el mercado, lo que ha funcionado y lo que no ha funcionado en los últimos veintitantos años, el período de tiempo que llevo en el sector. Los puzzles es una tipología de producto que personalmente no practico. Requiere de una dedicación de tiempo, de concentración y de habilidad mental que quizá no encaja entre mis hobbies. Así que los conozco más desde el punto de vista del negocio. Cómo los vendemos, a quién los vendemos, qué tipos de puzzles hacemos, porqué hacemos unos y no otros, cómo los fabricamos, porqué el packaging es de una manera y no de otra, es decir, la parte técnica. Quizás la emocional no la tengo tan sensible. Y aquí dentro de la casa, lógicamente hay gente que es aficionada al puzzle y lo practica. Por ello, a medida que vayamos hablando, seguramente constataremos que vosotros hay cosas que sabéis mucho mejor que nosotros, como por ejemplo cuáles son las mejores técnicas para hacer un puzzle.

Durante gran parte de vuestra trayectoria, habéis apostado por puzzles de Arte. Muchos de los puzzles descatalogados más buscados de Educa son de arte, por ejemplo, el Fusilamientos de 8000 de 1988 o la Vicaría de 5000 de 1986. ¿A qué se debe esta tendencia?

En los últimos años hemos bajado un poco en el número de modelos de puzzles de arte y es un tema que queremos recuperar. La gente de producto y marketing, que son los que trabajan en las nuevas colecciones de cada año, están ahora con la colección del año 2022 y queremos recuperar el arte. En épocas pasadas, en la parte de desarrollo de producto de Educa (cuando era Educa y no Educa Borrás), había dentro del equipo de desarrollo muchos diseñadores cuya formación había estado muy relacionada con las artes plásticas. Eran personas con una inclinación especial al arte y al diseño gráfico. Era una línea de producto en la que se sentían muy cómodos y especialmente atraídos. Casi por devoción trabajaban en ese tipo de productos. Esa tipología de profesionales hoy por hoy ya no existe. Quizás ahora somos todos mucho más técnicos en mercadotecnia, en cómo desarrollar el producto, en analizar lo que se vende y lo que no se vende y en analizar tendencias que no tengan que ver necesariamente con el arte. En aquel momento esa inclinación al arte fue inconsciente y casi por inclinación personal de la gente que formaba parte del equipo de desarrollo del producto.

Sigamos con algo de números. ¿Cuántos puzzles se fabrican de cada referencia? 

Desde el punto del staff productivo, cuando un puzzle de Educa entra en cadena de producción, hay que fabricar un mínimo de 3.200 unidades. No fabricamos menos de 3.200 hasta puzzles de 9.000 piezas. ¿Por qué? Porque es una fábrica muy industrializada, con mucha maquinaria y cuando colocas todo para hacer una serie de puzzles, no puedes fabricar menos de un número determinado porque entonces no sale a cuenta porque al pasar a otro puzzle tienes que mover todo lo que tiene que ver con troqueles, cambiar el tipo de packaging, etc. A partir de ahí, hay puzzles que son clásicos de toda la vida o nuevos que calan muy hondo en el consumidor en general (no sólo en la gente que es muy aficionada a los puzzles) como los de Anne Guedes o Frida Kahlo, de los cuales se sacan más.  De los más demandados pueden llegar a producirse al año entre 12.000, 15.000 ó 18.000 unidades. 

¿Y el número de piezas más demandado por la afición? 

Los puzzles más demandados, hoy por hoy, son los de 1000 piezas, pero han superado a los de 500 que hasta el momento de la pandemia eran los más pedidos. La pandemia ha cambiado muchas cosas.

 ¿Cuántas copias se hacen de los puzzles gigantes?

De puzzles de 12.000 piezas para arriba, obviamente las cantidades bajan. No podemos fabricar de 3.200 en 3.200 el “Vida salvaje” de 33.600 piezas o la “Vuelta al mundo” de 42.000, porque no se venden. 

¿Cuántos puzzles pueden salir de fábrica un año?

La fábrica el año pasado fabricó en total 5.100.000 unidades, incluyendo el resto de productos que no son puzzles. Aquí fabricamos juegos de mesa, juegos educativos, manualidades, por ejemplo, la Magia Borrás. Calculad que en puzzles serían entre 2.000.000 y 2.400.000 unidades, más o menos el 50% de la producción.

Comentaste que los puzzles gigantes no entraban en el mínimo de 3.200 unidades. ¿En qué cifras os manejáis en ellos? Los aficionados tenemos la impresión de que se agotan enseguida en tiendas.

Bajan mucho las tiradas. Se agotan enseguida porque fabricamos un número muy limitado de unidades porque la demanda es muy baja. Daos cuenta de que estamos hablando de productos que valen 300 euros y la gente no se gasta ese dinero de manera masiva. Otra cosa es que haya gente que esté dispuesta a hacerlo. La “Vuelta al Mundo” de 42.000 piezas ronda las 2.000 unidades al año. El “Vida Salvaje” de 33.600, entre 1.500 y 2.000. El “Vida” de 24.000 anda por las 1.000 unidades. Y el “Grandes Obras de Arte” de 12.000 también anda por las 1.500 y 2.000 unidades, como el “Jardín de las Delicias” de 9.000. Nos estamos moviendo de media entre las 1.000 y 1.500 unidades al año.

Hay aficionados que sostienen que algunas piezas de los puzzles de Educa pueden encajar en varios sitios. ¿Os ha llegado información al respecto?

Una pieza no debería ir en varios lugares. Puede que en algún modelo en concreto se nos escape que hay esa posibilidad por el motivo que sea, porque el troquel hace que haya dos piezas prácticamente iguales que puedan encajar. En el servicio de Atención al Consumidor, que es el que gestiona todo tipo de solicitudes que podamos tener cada día del año, no tenemos un nivel de problemática alto en este aspecto. Puede haber alguna cosa ocasional, pero lo tenemos presente para que una pieza no pueda encajar en diferentes sitios. Podría ser que cuando hay que renovar troqueles alguna pieza salga muy parecida a otra y pueda generar esa confusión, pero tendrían que ser errores muy esporádicos. Lo tenemos controlado y precisamente se pretende que eso no ocurra.

Jorge Arceo nos muestra una de las líneas de producción

Existe también un sector de aficionados de los que se consideran “hardcore” y ¡piensan que eso incluso es una virtud!

No está hecho con esa intención. Hay que tener en cuenta que vosotros sois gente que lleva muchos años con esta afición, pero que mucha gente no tiene los puzzles como hobby. Simplemente son una cosa puntual. No podemos confundir. Hay que atender a todo el mundo. Por la pandemia muchas familias han comprado puzzles, cuando antes no adquirían ninguno, lo que creemos que es un tema bueno porque hace que los fabricantes podamos fabricar y desarrollar más. En medio de este aumento de consumo lo que tenemos que hacer obviamente es dar facilidades a la gente para que esto les guste y repita. Llevábamos algunos años en los que el consumo de puzzles estaba bajando y eso convierte todo en un círculo vicioso. Cuando más notas que la venta baja, debes tener más cuidado a la hora de invertir en novedades y en cuántas inviertes. Si tú colocas un producto en un catálogo, adquieres un compromiso con tu red comercial, con tus clientes y con los consumidores. Cuantos más productos, más compromisos adquieres y más se complica la gestión de todos ellos. Si el consumo baja, lógicamente tomas menos riesgos. El aumento del consumo que se ha producido es bueno y tenemos que fomentar que la gente siga comprando y eso nos permita a todos seguir invirtiendo en el futuro de los puzzles. Podría pensarse que lo de las piezas que van en varios sitios es a propósito, pero no, no es intención de la casa de momento, pensando en el tipo de consumidor menos aficionado.

En la misma línea, existen dos líneas de pensamiento en aficionados: a los que les gusta que un puzzle, una vez acabado, se pueda levantar como una sábana, y los que consideran que esto es irrelevante. Nos consta que los puzzles Educa en los años 80 se podían levantar de este modo, pero en el resto de épocas, no. ¿Cuál es el motivo de esto?

Cada año se testea el nivel de dificultad de encajado de las piezas y su nivel de fijación con la intención de buscar un punto de equilibrio entre fabricar algo excesivamente difícil de encajar y que sea excesivamente lacio para que luego se desmonte todo. Se van ajustando los milímetros en función a las experiencias que se van teniendo a nivel general. Yo creo que está más ligado con buscar un equilibrio que sea bueno para todos, tanto para la gente que es aficionada como para la que los monta ocasionalmente y no complicarles la vida. Esto ocurre con los milímetros que hay de franquicia entre piezas, con el tipo de cartón. Todo se va mirando cada año y cuando se considera que hay que hacer ajustes, se hacen. El encaje de las piezas es algo que está muy mirado para que sea fácil y asumible por cualquier tipo de consumidor, porque en calidades de materiales no hemos escatimado nunca. Siempre hemos comprado cartón de primera calidad, cartón alemán de un determinado grosor, calidades y especificaciones técnicas. Por mucho que haya venido producto de China o Turquía, nosotros seguimos con los mismos tipos de materiales. 

Por poner un ejemplo, estamos un determinado equipo de personas en la compañía dirigiendo cada uno la parte que nos toca. Hay un Director de Operaciones y hay gente de Desarrollo. Si cambias a las personas y vienen otras, pues igual varía el criterio y dicen: “Nosotros vamos a hacer un puzzle que cuando lo tienes montado, no hay nadie que lo pueda desmontar”. Eso obliga a que tengas que hacer esfuerzos para encajar las piezas. Son criterios. Yo creo que el criterio que tenemos ahora de hacer un producto amigable a todo el que quiera jugar con él, es acertado.

Vamos a hablar de las imágenes. ¿Creéis que los puzzles de ahora son más fáciles que los de antes? Antes las fotos eran más reales, hoy hay tratamiento informático. ¿Eso obedece a petición del público o evolución del producto?

Yo diría que va todo junto. Socialmente ya estamos muy acostumbrados a convivir con el entorno digital. Hay cosas que ya no sabemos si es fotografía o es digital. También es cierto que desde un punto de vista de desarrollo de un producto – da igual que sea un puzzle o un juguete– la tecnología digital ha cogido cada vez más protagonismo porque permite hacer muchas cosas en poco tiempo y a costes mucho más económicos. [Jorge se dirige a Sònia Oliveras]: Tú estás con una cámara en la mano, Sònia, y todo eso implica unos esfuerzos. Hay que ir a hacer las fotos, hay que procesarlas, hay que conseguir que sean de determinadas calidades, y todo eso tiene un proceso en timing y en costes. La digitalización del trabajo, de los procesos y de nuestras vidas se ha impregnado en nuestra manera de hacer casi inconscientemente. ¿Qué es lo que eso provoca? Que cada vez haya menos fotografía realística. Aunque hay fotógrafos por profesión y por afición, cada vez hay menos oferta porque lo digital se ha convertido en lo habitual y al final tienes que buscar recursos donde los haya. Creo que todos nos hemos ido a lo digital sin darnos cuenta. Eso tiene, como todo, su parte mala y su parte buena. La parte buena es que todo es más práctico, más rápido – no hay tantos procesos que acompañan -, más inmediato, más fácil, se pueden hacer más cosas; y lo malo es que se pierde un poco la finura, la sensibilidad, la calidad de la imagen, de la luz, de los detalles, los contrastes. No hay una petición del público para el tratamiento digital, pero sí hay una tendencia social a que lo digital cada vez tenga más peso en todo.

Hay un grupo de nostálgicos de las fotos de los años 70 con sus cielos no gradientes…

Vuelvo a cómo se hacían antes las cosas, por ejemplo, en el packaging. La gente que estaba en desarrollo del producto miraba con sus lentes por cada tramo del puzzle los niveles e intensidades de color y de la luz para ver que todo estuviera equilibrado. Era un trabajo casi artesanal. Ahora la medición de los colores en toda la lámina y si todo está bien contrastado, lo hace una máquina. Todo ha cambiado y es inevitable. Si nacen máquinas que lo hacen, rápido y suficientemente bien, se ha perdido esa faceta artesanal porque lo digital nos ha llevado a este nivel de industrialización y de automatización de los procesos.

Mientras otras marcas apostaron por diseños tipo “viñeta” en puzzles gigantes, Educa lanzó al mercado en 2007 “Life” (Vida) de 24.000 piezas, el puzzle más grande del mundo en aquel momento, de una sola ilustración con infinidad de colores y motivos, obra del australiano Royce B. McClure, y que actualmente sigue siendo uno de los puzzles marca “de la casa” más populares y buscados en todo el mundo. ¿Os imaginabais que “Vida” iba a seguir tan “vivo” y demandado después de tantos años? 

Quizá la naturaleza, el mundo y los animales, son conceptos muy masivos. A todos les gusta lo que tiene que ver con este tipo de conceptos. Y luego es cierto que el “Vida” nace de un trabajo de ilustración intenso que hay detrás, de desarrollo de producto y quizá a la gente eso le causa cierta atracción. También es un producto que no es tan digital. La combinación de factores hace que funcione el boca a oreja. Si además está hecho con tesón, con cariño, de forma artesanal, la calidad de cómo está hecho, los trazos, los colores, todo ello me imagino que lo valoráis quiénes estéis comprando puzzles.

¿Estáis pensando en sacar un puzzle que supere al más grande del mundo? 

Ahora mismo, en el corto plazo, no. Consideramos que el 42.000 piezas “La Vuelta al Mundo” ya es un puzzle complejo de fabricar. Cada vez que metemos el 42.000 en máquinas paramos prácticamente toda la fábrica para hacerlo. El 42.000 está formado por muchas láminas de 100 x 70 que hay que imprimir, contracolar y troquelar. Bloqueas la cadena de producción durante un tiempo hasta que lo terminas. De todas maneras, somos una empresa muy reactiva y rápida. Igual dentro de dos meses, por el motivo que sea, aparece alguien y nos dice que “tenemos que hacer el Guinness” o a cualquiera se le ocurre otra idea. Habría que ver que todo eso encajase dentro de nuestros intereses y de nuestras capacidades. 

Impresión cajas

¿Entonces no hay una carrera por el puzzle más grande?

No. La carrera viene por hacer una buena producción de puzzles. Ése es nuestro mayor compromiso en estos momentos con el mundo del puzzle.

¿Y el “Vida Salvaje” de 33.600 piezas? ¿Ha tenido la misma aceptación?

Yo creo que ha tenido menos. No sabría decirte en concreto el porqué. Ha tenido menos tirada, o mejor dicho, menos tirón que el “Vida” de 24.000.

El “Vida Salvaje” de 33.600 fue protagonista en dos encuentros de puzzles organizados por AEPUZZ. Volviendo al 42.000 “La Vuelta al Mundo”, ¿qué supuso para Educa Borrás lanzarlo como el puzzle más grande del mercado? ¿Fue un hito consciente?

Fue un hito buscado, no accidental. Y de ese hito nosotros hicimos mucho eco en nuestra manera de dirigirnos al mercado. Todavía hoy cada vez que vamos a una feria, exposición o hablamos de Educa dentro del mundo del puzzle, llevamos el 42.000 como nuestro puzzle estandarte, el puzzle bandera, del que obviamente nos sentimos orgullosos. Obviamente, el paso del tiempo hace que las cosas se vayan ubicando y vayan perdiendo su intensidad, pero sigue siendo un hito para Educa Borrás. Hace dos meses ofrecimos a un cliente nuestro, Juguetilandia – una cadena de jugueterías que tiene representación en todo el territorio español – colocarles un 42.000 piezas en el hall de entrada gigantesco de sus nuevas oficinas en Finestrat en Barcelona. A ellos les ha venido muy bien porque viste muy bien el hall, a nosotros nos permite que cualquier persona que entre en esas oficinas vea el puzzle estrella de Educa. Y cuando tengamos que hacer cosas nuevas, como por ejemplo, Toys”R”us, que quiere colocar en algunas de sus tiendas decoración especial de Educa, le ofreceremos colocar un 42.000 piezas. Sigue siendo un hito para nosotros. Es un tema relevante para la compañía. No desde el punto de vista del negocio, sí desde el punto de vista de la imagen. Incluso desde el orgullo que hay a nivel productivo. Hacer estas cosas requiere muchos esfuerzos por parte de la fábrica.

Un tema que a la gente le interesa mucho. ¿Qué os supone en logística vuestro servicio de reposición de piezas?

Ese servicio nos supone mucho esfuerzo porque tenemos personas dedicadas a atenderlo. No muchas, pero están. También supone un espacio en la fábrica para almacenar lotes de cada imagen, unos cuatro o cinco por cada una a almacenar según un sistema que permita reunir muchas en un espacio no excesivamente amplio. Exige cada día recibir las peticiones, procesarlas e imprimirlas. Esas personas, aparte de procesarlas, van al sitio donde están las láminas y buscan pieza a pieza y van metiéndolas en los sobres manualmente, cerrándolos. También hay que imprimir las cartas y los sobres. Es muy artesanal la manera de hacerlo. Esto no lo hacen máquinas. Lo tienen que hacer personas, y nos supone un esfuerzo importante.

De cada puzzle, ¿hay cinco láminas para repuestos de piezas?

De cada lote. Cada lote es diferente. El puzzle es el mismo, pero los contrastes de color pueden ser distintos o el troquelado en ese momento puede llevar más pisadas – no es lo mismo las pisadas que la máquina pueda hacer hoy que dentro de 90 días -. Tienes que guardar cada lote porque si no, las piezas no encajarían, ni los colores. Es mucho esfuerzo. En el año 2020 tuvimos 14.710 peticiones de reposición de piezas, una media de 40 diarias, cuando normalmente nos estamos moviendo en el entorno de las 8.000 ó 10.000. Es un servicio destinado a todo el mundo. Está todo ubicado para al día siguiente escoger las piezas. En cada carta tenemos la referencia, el lote de producción y las coordenadas de pieza. Al día siguiente, las dos personas irán seleccionando las piezas y las irán metiendo en los sobres. Guardamos láminas de cinco años de antigüedad. Cuando pasan los cinco años, las quitamos.

(Durante la visita posterior a la fábrica pudimos ver el almacén para reposición de piezas, con numerosas cartas ya preparadas que sobresalían de las láminas. Jorge Arceo nos enseñó una al azar ¡y estaba escrita en francés!)

Proceso de fabricación de cajas

Seguimos con los troquelados. Educa, en los años 70 y 80, tenía más variedad de piezas que en las tres décadas posteriores (algo que se ha retomado aparentemente a partir de 2018), piezas con número impar de salientes o entrantes, lados quebrados, con doble bulto, y de repente pasó a la clasificación por horizontales y verticales con las famosas piezas “embarazadas”, un cambio de morfología de piezas. ¿A qué se debe esto?

Si tuviera que elucubrar, entiendo que sería un tema productivo. Las máquinas van cambiando, quienes fabrican las máquinas las van haciendo de manera diferente y se van buscando sistemas eficientes de la producción. Se fabrica para vender y para intentar ganar un margen y que eso permita mantener la estructura de la compañía con todo lo que eso implica. Se ha ido tradicionalmente buscando una fabricación lo más rápida posible, que consuma el menor tiempo posible. Obviamente, cuando más se estandaricen las cosas, más consigues la eficiencia. Cuando más te sales de cierta estandarización, más te cuesta fabricar las piezas.

¿Y el aumento de la variedad de piezas que coincidió con el último cambio de diseño de la caja en 2019?

Sería porque tocó en ese momento renovar troqueles, una parte importante de los mismos estaría ya con uso intensivo alto, y en aquel momento, cuando los troquelistas hicieron los diseños de los troqueles, igual les dio por incorporar esa variedad. Siempre hay una intencionalidad en las cosas que se hacen y a veces ocurren porque ocurren, pero seguro que fue porque en ese momento tocaba una renovación importante de troqueles.

¿A qué se debe que los puzzles personalizados tengan un número peculiar de piezas, alejado de los números redondos típicos? 40,140, 280,560,1120…

Los puzzles personalizados se hacen también en esta fábrica, pero en un espacio más pequeño con un sistema productivo totalmente diferente. No tiene nada que ver con el puzzle normal.

Vamos al pasado. Resulta extraño que Borrás, que no deja de ser una empresa familiar, fundada Por Agapito Borrás en 1894, tenga casi un museo de objetos y juegos desde su fundación guardados con esmero por sus descendientes y sin embargo, Educa que es como la parte joven de la empresa, fundada por Xavier y Joan Sallent en 1965, también familiar, no tenga algo parecido, ¿o sí y no ha salido a la luz? 

Como la familia Borrás, que ha nacido, vivido y fallecido con los juguetes, no las hay prácticamente en España, ni en el mundo. Estaba Agapito Borrás, Manuel Borrás, que fue quien le sucedió y consiguió que Borrás creciera como creció en aquella época, y en un momento de su vida Manuel Borrás decidió desde un punto de vista personal, no de empresa, aglutinar en unas instalaciones que él tiene la historia de la empresa de su padre. Es un tema que nace del interior de una persona en concreto que tiene ese nivel de emocionalidad hacia el producto y tiene los recursos para poder hacerlo. Es un tema muy íntimo y un caso muy excepcional. Educa Borrás es otra cosa y no tiene ese museo precisamente por eso. Se lo podríamos preguntar también a Famosa, por ejemplo, que es otra de las grandes empresas del juguete español, o a Injusa o Moltó. Prácticamente nadie tiene ese tipo de inventario ni de espacio. Fue una apuesta muy personal de Manuel Borrás en su época, él hizo todo lo que el Museo Borrás tiene y lo que han hecho los hijos es básicamente cuidarlo. Nosotros tenemos muy buena relación con la familia Borrás. Yo creo que es un tema que nace de la intimidad de una persona, como un reto y un proyecto de vida personal. Por eso, Educa Borrás no lo tiene.

Una pregunta histórica. Sabemos que en el año 1968 ya había catálogo para los aficionados, pero hay ciertos años donde esos catálogos de productos no se encuentran, por ejemplo los de los años 75 y 76.

No sé por qué en los años 1975 y 1976 no hubo catálogo de consumidor, que es una versión pequeñita del catálogo nuestro. A veces está en las tiendas, a veces ha estado dentro de los productos. Nosotros lo hemos seguido haciendo, y ahora la gran pregunta que nos formulamos cada año es si merece la pena o no merece la pena hacerlo, más que nada porque el papel desde un punto de vista genérico está en tendencia a desaparecer, el repartir cosas en papel en ciertos aspectos se puede interpretar como algo negativo por el tema de protección del medio ambiente… Volvemos al tema de antes referente a si los puzzles se pueden levantar como una sábana o no. Si hay que hacer un catálogo al cliente o al consumidor, si le preguntas a 50 personas, 15 te dirán una cosa, 10 otra y otras 25 otra diferente. Cada uno tiene su opinión. Igual en los años 1975 y 1976 el que estaba de responsable de marketing en ese momento dijo “oye, esto es una pérdida de dinero, no sirve para nada, porque sacamos miles de ejemplares al mercado y no sabemos qué pasa con ellos”. Y en el tercer año [1977], alguien diría: “¿Por qué no retomamos aquello?” No hay estudios que te digan nivel de uso o de beneficios que tengan hacer esos catálogos. Simplemente los haces por amor al arte. Podría ser un tema tan “tonto” como éste.

Educa es la única empresa de juegos y puzzles que nos informa de la fecha de fabricación de sus productos, algo que para los coleccionistas y aficionados es esencial. ¿Educa Borrás tiene previsto algo similar o no se lo ha planteado?

Ya desde hace mucho tiempo, cuando anunciamos una novedad, decimos cuándo va a estar disponible. Esto lo llevamos practicando desde hace ya unos cuantos años. No sólo con los puzzles, sino con todo. Necesitamos informar. Primero nosotros saber qué planes tenemos. Informar de ellos a nuestros clientes para que puedan saber cuándo estarán las cosas para que puedan planificar el momento en que puedan estar disponibles. Forma parte de un sistema de trabajo.

Actualmente con las redes sociales, Facebook o Instagram, es rápido informarse de las novedades y estar al día de los avances de otros aficionados en el montaje de puzzles, concursos, actividades… ¿Se podría plantear la colocación de un calendario de actividades promocionadas por Educa Borrás en vuestros muros con los enlaces directos a las inscripciones o a la organización? 

Podemos hacerlo. Tenemos un equipo que gestiona todo lo que son nuestras redes sociales y nuestra comunicación digital y ese equipo seguro que estaría encantado de poder colaborar en este tipo de cosas. Yo no soy técnico en la materia, no soy una persona que gestione temas digitales, pero sí sé que no tenemos ningún problema en hacer lo que se está planteando. Es cuestión de que nuestro equipo digital se ponga a trabajar con el equipo digital de AEPUZZ.

Durante las primeras fases de la pandemia se disparó la venta de puzzles y los aficionados hicieron acopio para pasar el confinamiento de una forma entretenida. Educa Borrás consiguió mantener la oferta y distribución y al menos nuestra percepción es que aguantó el tipo pese a la gran demanda no solo nacional, sino internacional. Ahora aparece el miedo por la falta de cartonaje en distintos ámbitos empresariales, ¿tenemos que temer la falta de materia prima para la confección de puzzles?

Nosotros hemos pasado por unos meses muy complejos a nivel de disponibilidad del producto. ¿Por qué? Primero, porque cuando llega el lockdown fuerte, a todas las empresas obviamente nos dejan en un momento de incertidumbre importante. No sabemos qué va a ser de nuestro negocio ni de nuestro futuro. Entramos todos en el famoso ERTE. Cerramos porque parecía que era lo que había que hacer. Nadie pensaba que ese lockdown iba a suponer que ciertos productos fuesen a tener una demanda mucho más alta de la que habitualmente habían tenido, teniendo la fábrica cerrada, porque esto era totalmente imprevisible por parte de nadie, la bola de cristal no la tenemos y menos en una situación tan excepcional como ésta. Dejamos de fabricar durante dos meses. Ya habíamos bajado el ritmo cuando empezaba a aparecer todo este ruido porque daba la sensación de que esto se iba a parar. Durante los dos meses de cierre estuvimos dando un servicio mínimo a nivel logístico con el stock que nos quedó en aquel momento que se acabó en un abrir y cerrar de ojos. Fue algo totalmente imprevisible. 

Cuando retomamos la actividad, la demanda continuó subiendo y subiendo. Llevábamos tres meses de retraso en producción. Si dejas de fabricar durante una semana o durante un día – ahora fabricamos al día entre 20.000 y 22.000 unidades de producto – multiplica eso por cinco días a la semana y por un mes, son cientos de miles de unidades que no has fabricado, que habitualmente fabricabas y que tenías en stock. Recuperar eso es muy complicado, en un momento en el que la demanda seguía creciendo, más de lo que había crecido en las semanas previas. Llegó un momento en que éramos incapaces de atender eso.

Además, está la capacidad de producción de la fábrica. Tiene un espacio y unas máquinas y éste no crece porque la demanda crezca. Y hacer crecer eso básicamente supone inversiones. Pero ya no es una cuestión de si tienes o no tienes el dinero para invertir. Es quién te va a fabricar las máquinas que necesitas, porque tampoco están en stock. Hubo un momento en que todo fue muy complicado. Barajamos la opción de abrir una segunda fábrica gemela de ésta con todo lo que eso implica. En tiempo, nos íbamos a ir a meses vista, y eso no era viable viendo cómo estaba la demanda. ¿Qué se hizo en aquel momento? Se reforzaron los turnos de trabajo para intentar fabricar más unidades con la misma maquinaria y se encargaron máquinas que empezaron a llegar a nuestras instalaciones en Octubre. Hasta ese mes no conseguimos fabricar 35.000 o 40.000 unidades. Durante el tiempo anterior estuvimos siempre, siempre con retrasos en las entregas de producto a nuestros clientes porque la demanda superaba por completo nuestras capacidades.

No hemos tenido problemas serios de suministro de material, era más un problema de dónde se fabricaba todo lo que se estaba demandando en aquel momento. En Octubre y Noviembre conseguimos ponernos al día con la capacidad de producción que en su momento creamos y hoy por hoy, que la demanda ya no es la del año pasado, capacidad productiva nos sobra.

Hemos tenido que subcontratar parte de nuestra producción también durante varios meses del año porque era la única manera. ¿Qué es lo que hemos subcontratado? Básicamente troquelado y el encajado de las piezas en las bolsas de plástico que van dentro de nuestros puzzles, suministrando nosotros el cartón impreso y contracolado, recibiendo las bolsas ya troqueladas y haciendo en encajado final en nuestras cajas, en el packaging en nuestra fábrica.

Embolsado del puzzle

Sabemos que otras marcas distribuyen distintos motivos e imágenes dependiendo el país de destino, Inglaterra es un claro ejemplo, Educa alguna vez ha realizado tiradas a la carta, monumentos o atractivos turísticos. ¿Hace también puzzles dependiendo del país de destino? 

Salvo que haya alguna petición expresa o sea algo muy específico de ese país, no hacemos esa preselección. Los puzzles valen para cualquier país del mundo. Salvo las licencias, que tienen limitación en función a los derechos que nosotros podamos conseguir. Por ejemplo – y me lo invento -, si Anne Guedes nos da licencia – que no es el caso – para algunos países, tenemos que respetarlo. Hay veces que no conseguimos tener licencia para el mundo. Con Disney tenemos licencias para una parte importante del mundo, pero hay países en donde no podemos vender Disney, por ejemplo. O Peppa Pig. Nos marcan más los derechos que podamos conseguir que nuestras intenciones. 

Por ejemplo, tenemos unos puzzles que son imágenes de zonas de Portugal, pero no limitamos la venta de esos puzzles a Portugal. Cualquier país puede comprarlos. Pero igual la venta está mucho más orientada a Portugal porque los portugueses tienden a comprar cosas que hablan de su país.

Hay un puzzle muy particular que es una rareza, el 12.000 del Castillo de Neuschwanstein de 1987 inédito por el tamaño y número de piezas, y pese a que Educa ya no comparte distribución con Ravensburger desde hace años, siguen apareciendo los dos logos.

Durante una época se fabricaba parte del producto en fábricas de Ravensburger. Era un acuerdo de colaboración de las dos compañías. Había cosas de Ravensburger que fabricábamos nosotros. Y en aquella época se llegó a un acuerdo de cobranding. Estamos hablando de los anales de la historia. Aquellos acuerdos desaparecieron y ahora somos empresas totalmente diferentes. El 12.000 del Castillo era un producto de Ravensburger fabricado por Educa y llevaba las marcas de las dos compañías. Fue un acuerdo de aquella época y será muy difícil que eso se vuelva a dar.

¿Tenéis pensado diseñar algún puzzle que revolucione un poco vuestra propia evolución? ¿Como los Imposibles de Clementoni, los Krypt y Escape de Ravensburger, o los Gradientes gigantes?

Siempre estamos buscando cosas nuevas. Hemos hecho en los últimos dos años algunos puzzles redondos, hemos hecho el 2 x 800 con las dos vistas del planeta Tierra. Vamos probando cosas. Pero es cierto – y esto nos está pasando sobre todo últimamente – es que cuando hacemos experimentos de este tipo, la demanda es muy baja. Nos crea incluso insatisfacción. Hemos hecho ahora también fuera del mundo adulto unos puzzles infantiles en formato alargado y siguen vendiéndose los progresivos, los 2 x 48 y los 2 x 20. Haces el esfuerzo, haces los troqueles, todo lo que el desarrollo implica y luego resulta que las ventas no acompañan.

En esta línea argumental, ¿sois de la opinión de que la dificultad de un puzzle puede vender, o lo mejor es dar al público puzzles fáciles sin salir de la zona de confort?

Cuando innovamos demasiado – los puzzles silueta del tigre o el oso panda, que a mí me encantan – tampoco han tenido una gran venta. Hemos hecho los City Puzzles de Berlín, Roma, París y Barcelona, que los ha diseñado a mano un ilustrador, en una caja más pequeña de 200 piezas para que no sea tan grande…pues tampoco. Los Story Puzzles para niños más pequeños, en formato alargado, con puzzles pequeños que se van colocando dentro del propio puzzle general. Los puzzles-suelo también para niños, no para aficionados. Los experimentos se quedan en eso, en experimentos. La gente al final, por los motivos que sea, va a lo clásico. Funciona lo de siempre… Hemos sacado los puzzles XXL, con piezas más grandes para la gente mayor, porque se supone que en la actualidad hay una corriente de dotar a los mayores de la sociedad de elementos que les puedan entretener en las residencias y los centros de día. Tampoco. Nos hemos llegado a plantear que esto no tiene que ver con el puzzle. También los bingos que nosotros fabricamos con bombo de toda la vida, con bolas más grandes. Vas haciendo experimentos en base a corrientes que se supone que existen y luego cuando sacas el producto, las cifras no acompañan. Al final la demanda nunca justifica todo el esfuerzo. Es curioso. Ahora estamos hablando de la colección del año 2022. Hay cosas en marcha y tendremos reuniones para hablar de puzzles.

Es curioso, porque el Gernika, que es un puzzle en teoría poco atractivo, resulta que ha sido un éxito total.

Son cosas que te encuentras. Las haces con la intención de que sean exitosas, pero de ésas, de 50 te salen 2. Entiendo que debe ser el cuadro o de los cuadros más conocidos del mundo. Lo conoce hasta el que menos le gusta la cultura y la pintura. Creo que es el nivel de conocimiento que las cosas tienen a nivel masivo. 

Proyectémonos hacia el futuro lejano…o no tanto. Un magnate parecido a los del fútbol  fanático de los puzzles actual quiere adquirir una cantidad indecente de puzzles (cientos de miles) para popularizarlos, organizando campeonatos con una bolsa de premios digna de los deportes rey. Aún no se ha decidido por una marca patrocinadora en concreto. En un minuto, ¿qué le diríais en un elevator speech para convencerlos de que Educa es la marca para elegir?

Yo empezaría por el producto y terminaría por la capacidad que nosotros tenemos de hacer cosas. El producto de Educa Borrás es un producto hecho con mucho cariño y con mucha calidad donde no se escatima y nunca se ha escatimado en materiales, en especificaciones técnicas, en cómo se fabrica, en las calidades del proceso productivo para que cuando el producto sea terminado, dé una elevada satisfacción al cliente y no le cree ningún tipo de frustración. Cuidamos mucho que el puzzle sea un producto satisfactorio y que no dé problemas, sino todo lo contrario, que la gente acabe y diga: “ha sido un gustazo hacer este puzzle, y el acabado, independientemente de si se puede levantar en formato sábana o no, queda muy bonito, la calidad de la imagen y de los colores es buena, es decir, un buen producto como punto de partida. Sobre todo, cuando tienes que armarlo en una competición del tipo que sea. Si ya bastante complicado es organizar algo y lo que tienes que utilizar te da problemas, pues malo es.

Y lo segundo, es la capacidad de colaboración que nosotros tenemos con los proyectos que iniciamos. Da igual que sea un proyecto más masivo o menos masivo. Si iniciamos algo, la colaboración en que eso funcione por parte de la casa es máxima. Hemos tenido casos de todo tipo, clientes que necesitaban cosas especiales porque la situación lo requería y se las hemos hecho en poco tiempo, clientes que de repente nos llaman porque tienen un compromiso y quieren una solución, compromisos de algunos miles de unidades y hay que ponerse a trabajar para solucionar esa necesidad. Somos una empresa muy ágil y colaborativa. 

Siguiendo el hilo, ¿cómo veis el tema de las competiciones? Nosotros en AEPUZZ vemos que es un tema in crescendo y que terminará “estallando”.

Os voy a dar una opinión, no como el punto de vista Educa Borrás, sino casi más personal. Yo os sigo como audiencia. Es loable la cantidad de cosas que hacéis, a mí me sorprende positivamente. Creo que para cualquier fabricante de puzzles es imprescindible que exista una corriente de personas aficionadas a los concursos de puzzles, que se dedica a promover el producto. Entre todo el público sois los que hacéis más y mejor “ruido”. Fijaos que nosotros como empresa no somos capaces de organizar algo así. Exigiría un nivel de dedicación que no podemos darle. Tendríamos que ser nosotros, pero a veces no puedes. En el mundo existen las inmobiliarias, existen los asesores financieros, porque necesitas gente que te ayude dedicándose a hacer lo que hay que hacer para que tú puedas hacer lo tuyo. Creo que ese papel lo hacéis muy bien y de alguna manera siempre nos ha dado pena no haber podido participar más por nuestra parte en algunos de vuestras competiciones y de vuestros concursos y eventos. Sé que en algún momento no hemos podido colaborar porque en ese momento nos venía mal dedicarle tiempo a preparar todo el material que hay que preparar para poder participar en un concurso o porque igual es mucho material el que se pide y en ese momento por el motivo que sea no toca…no lo sé. Hay temas también presupuestarios, del gasto de la compañía. Pero en definitiva, es loable el trabajo que hacéis. Sois imprescindibles y en la medida de lo posible que vosotros consideréis y nosotros podamos, nos gustaría colaborar un poco más con vosotros. Antes hemos hablado de las redes sociales y de Internet. Si tiene que ser ahí, lo hacemos ahí, porque tenemos que fomentar que personas y organizaciones que van en beneficio de lo que nosotros hacemos, suban y no decaigan. Si nosotros hemos notado que la demanda ha aumentado y más gente está haciendo puzzles y practicando, habrá gente que se enganche a los puzzles como hobby, como afición y por tanto, que acabe participando en vuestros concursos. Yo creo que irán in crescendo y sin tener datos sobre si es así o no, sois importantísimos. Ojalá existieran movimientos sociales como el vuestro en otras tipologías de producto que permitiera también mantener viva la llama de dichos productos. Que en juegos de mesa, que existiesen organizaciones que potenciaran  el juego entre niños y niñas y entre las familias, para que no sean todo pantallas, tablets, móviles o videoconsolas. Luchar contra eso es difícil y sólo con gente como vosotros es posible.

LA VISITA A LA FÁBRICA

La entrevista fue seguida por una visita por las instalaciones de la fábrica de Educa Borrás. Primero por el showroom, situado a una decena de metros de la sala de reuniones. Tuvimos la oportunidad de observar de un plumazo la historia reciente de los juguetes de Educa Borrás, en especial el mítico “Conector”, “que era un Borrás y cuando se fusionó con Educa, pasó a ser marca Educa, porque Educa es marca más vinculada con la educación”, comentaba Jorge Arceo. “Las cocinas infantiles, correpasillos, supermercados y tipo de productos en esa línea ya se fabrican en Ibi (Alicante). Tenemos allí a 55 personas trabajando, son del pueblo de toda la vida, muy vinculadas a la vida y a la cultura del pueblo”, confirmó Jorge Arceo. Recordemos que en Ibi se halla el “Museo del Juguete” y el Hotel del Juguete de reciente inauguración. Vimos los Nikko de radiocontrol, adquiridos por Educa Borrás en 2018; y los circuitos de carreras, ya que entre 2012 y 2016 Educa Borrás explotaba la marca Scalextric y después inició sus propios modelos, fabricados externamente con subcontrataciones.

Una vez salimos encandilados del showroom (nunca un anglicismo tuvo mejor acepción); entramos en la fábrica propiamente dicha y fuimos saludados por el sonido característicos de las reprografías. En efecto, se trataba de la sala en la cual se imprimen manuales de instrucciones, el packaging, los juegos de mesa y, por supuesto, los puzzles, en láminas en blanco a cuatro colores. Impresión digital totalmente, sin fotolitos. “Desde nuestro departamento de desarrollo y diseño del producto la imagen en alta calidad queda colgada en un FTP y entra directamente al ordenador que es el que controla toda la parte de imprimir. La lámina es de 100 x 70 y la imagen no ocupa el 100% de la misma. Hay que cortarla”, comenta Jorge, mientras nos dirigimos a la sección de guillotinado, “con máquinas de capacidad de corte impresionante, que esto tampoco se podría hacer a mano”, puntualiza el Director Comercial de Educa Borrás. En otra máquina se lleva a cabo el contracolado de los cartulinas impresas y cortadas sobre el cartón azul y finalmente el troquelado en diferentes tamaños. Me detengo frente a un troquel de 1000 piezas y reconozco los patrones actuales que mencionamos en la entrevista en la oficina, con vuelta a la variedad de salientes y entrantes impares, además de los pares, y sus piezas embarazadas con curvas más irregulares y sinuosas… Creo estar mirando un puzzle en especial a través de ese dibujo despersonalizado y cortante. ¿Cuántos sueños han sido y serán creados en esa máquina esencial? Una fracción de segundo para troquelar, muchas horas para rehacer. Por cierto, la alimentación de la lámina puede ser manual o automática, pero a partir de ahí, todo está automatizado y mecanizado.

Un dato absolutamente delicioso es que después del troquelado de piezas, la lámina recién cortada pero con las piezas aún sin separar, pasa por un control de ordenador a base de cámaras de alta sensibilidad que detectan automáticamente si se ha extraviado una pieza en el proceso. Si eso es así, el ordenador para la máquina. Si no, el conjunto de piezas va automáticamente a otro proceso inmediato a través de unas toberas en las cuales son selladas en la bolsa de plástico. Una auténtica revelación que demuestra que dentro de la fábrica es prácticamente imposible que de extravíen piezas y que es mucho más probable que esto ocurra por la mano humana. Las toberas y conductos a través de las cuales las piezas van a bolsas están selladas perfectamente del exterior y no se pueden manipular. “Se podría estropear una cámara controladora en un momento determinado, pero es bastante improbable que se dé esa circunstancia”, asevera Jorge acerca de la única posibilidad de que pueda faltar alguna pieza en una bolsa. 

Almacén suminstro de piezas perdias

“Lo que acabamos de ver es el inicio del proceso de fabricación, desde láminas en blanco y el cartón virgen, hasta que se convierten en las piezas de puzzle”, continúa Jorge mientras subimos por unas escaleras hacia la zona del packaging o empaquetado y embalado de puzzles, que no es subcontratado, sino que se hace en la misma fábrica. Durante el trayecto observamos cómo algunas paredes de los rellanos de escalera y en la misma fábrica están presididas por rompecabezas clásicos como La Capilla Sixtina de 8000 o el Retablo de Santa Columba de 18.000. “Compramos el cartón virgen ya cortado de una determinada manera según nuestros diferentes tamaños de cajas, y todas están estockadas e identificadas”. El pack se divide en tapa y base, que son tratados en máquinas diferentes en paralelo y al final hay varias personas en el cruce de caminos que colocan el contenido en las cajas. “En los de 1000 piezas no hace falta que estén las personas porque la caja ya viene con espacio suficiente y no hay que asegurarse de que todo quede bien encajado”, puntualiza Jorge. Nosotros pudimos presenciar el empacado en cadena del puzzle de 5000 piezas de última hornada “La Casita en el Lago”, todo un espectáculo. Normalmente en las tiendas físicas se pueden ver uno, dos o a lo sumo, tres ejemplares del colorido ejemplar, pero en ese momento, un centenar de cajas de 5000 se abrían ante nuestros ojos. Medio millón de piezas. Lo que un buen aficionado podría armar en 20 años… “Finalmente, se forra el producto con un plástico retractilado, que se contrae para que se quede perfectamente pegado a la caja. Aquí queda todo preparado y desde nuestras instalaciones vienen camiones todos los días que están yendo y viniendo al almacén. Éste no está aquí, sino en Hostalric”, finaliza Jorge Arceo. ¡La población gerundense curiosamente es el lugar de residencia de la fotógrafa Sònia! Se cierra el círculo antes de la sorpresa final… 
El doble almacén de láminas para piezas perdidas, un pequeño tesoro de Educa Borrás. A grosso modo, calculé que unas 5000 referencias debían estar presentes en ambas salas alargadas, aderezadas por los sobres en blanco que sobresalían de los bordes de las láminas, esperando a la recepción de las piezas en un ejercicio clásico de trabajo en cadena. Esta gran habitación que representa un servicio altruista, marca de la casa de Educa Borrás, es la perfecta manera de dar colofón a la visita. Parafraseando al escritor catalán Robert Saladrigas en su famosa novela “Entre Julio y Septiembre”, creo que fotógrafa y entrevistador salimos de la fábrica más niños de como entramos. De hecho, recurriendo al escritor británico Roald Dahl para ser más exactos, nos tocó un Billete Dorado para visitar nuestra particular Fábrica de Puzzles y nos sentimos como dos Charlie Bucket puzzleros. Nuestros más sinceros agradecimientos al Director Comercial de Educa Borrás Jorge Arceo por la gran hospitalidad y la información facilitada de tan alta calidad, y a Alfonso Álvarez-Ossorio, presidente de AEPUZZ, por haber gestionado la celebración de esta entrevista.